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lunes, 30 de enero de 2012

Intempestad compartida...

Latidos y ritmos, intercambios y espacios... la futilidad del momento se hace presente.

¿Como no dar cuenta? renunciar a la estabilidad para embarcar una nueva travesía, nuevos horizontes y nuevas experiencias. Abrir las puertas a las posibilidades, a lo inefable, a lo inaudito, a la imposibilidad, la inhabilidad, la incomprensión.
Dejar a un lado la noción de control, la ilusión de poder y dejarse llevar por el vaivén del viento, apostarle a la ingenuidad.
Dar razón a la locura, dar pie a los errores...a los desaciertos y a la estupidez.
¿Porque asumir como propios los constructos ya establecidos?,  ¿Cuando se nos ha dado contrato alguno para establecer los limites de la incertidumbre del  Ser?


La vida y ese motor llamado deseo no se puede domar, por mas estribos que se le desee atar, por mas sal de uvas que uno desee ingerir.

jueves, 2 de junio de 2011

De Éticas y posiciones...

Etica... resulta un encuentro bastante interezante encuentro que muchos de nosotros por nimiedades de la vida no sabemos realizar. Ciertamente la etica no es algo que se enseñe, dado que la “enseñanza” de la etica muy frecuentemente y desgraciadamente cae dentro de los reinos del dogma. Esa es la experiencia que frecuentemente logro observar en mi entorno laboral, a los niños de ayer y hoy se les impone la formació´n de valores que día a día chocan con la realidad y con la contidianeidad. Inclusive, en otras instancias educativas nos topamos con estos dilemas... nos cuesta trabajo el construir una posición respecto a cualquier cosa, algunos se limitan a quedarse callados pregonando su posición “políticamente neutral” (como si tal cosa existiera), otros se limitan a armarse de posiciones radicales, intentando polarizar de todas las maneras posibles el problema en cuestion... y usualmente estos son los primeros en caer en contradicciones, otro siquiera se cuestionan su realidad, en la burbuja de la inexistancia ajena. Por mi parte y aunque resulte desgarrador (y gratificante) en ocasiones, procuro mantener una postura de cuestionamientos permanentes, porque bueno... al fin de todo, aquel que se pregunta y que cuestiona a su alrededor se cuestiona a si mismo, dado que forma parte de un todo, el entramado individual y subjetivo al que llamamos realidad.

Estuve un buen tiempo reflexionando si sería pertinente el usar citas de autores para darle sustento a este escrito. Decidí que seria conveniente, siempre y cuando estas citas o estos autores no funcionaran como “estandartes de la verdad” , si no que funcionen a manera de facilitadores de la posición que quiero plasmar en este papel. De lo contrario, caeria en una impostura de simulación (sería una mentada para Nietzsche tomarlo como bandera, o Zavater , Volnovich o Perres... tal vez Kant no se quejaría tanto). No pretendo de ninguna manera el buscar autores para dar validez a mi postura... mas bien si se les busca, es porque se quieren encontrar cuestionamientos nuevos. Nestor Braunstein alguna vez menciona que los libros se presentan como un ataúd, como letra muerta... Es incuestionable al momento de dialogar con el autor en el libro, muy frecuentemente este mismo nisiquiera se reconoce en sus escritos. Tal vez la escritura y la Etica en eso conservan una similitud, una vez que comienzas a plasmar ese holograma de lo que se es y no se es en un papel, la tinta no deja de fluir... porque ahi, donde se inicia el cuestionamiento, no queda mas que responder (o intentarlo), entrando de esta manera en una dialéctica interminable... en un dialogo consigo mismo que mientras se tenga el deseo de vivir, difícilmente se podria interrumpir. Es de esta manera en la que me dispongo a fabricar este féretro temporal de tinta.

¿Por que las personas se dispusieron a cuestionar las cuestiones mas básicas y aparentemente inmunes a la pregunta? ¿Por que el bien es bien y por que el mal, mal? Es una pregunta aparentemente inutil para algunos, a otros tantos los hace temblar en sus adentros. ¿Será cuando el humano se empezo a volver individuo? Cuestionar a ese Dios es con lo que muchos empezaron de una u otra manera... inclusive aquellos que dedicaron sus vidas a argumentarlo. Detras de una pregunta, nos topamos con una respuesta. Yo me pregunto si aquellos personajes alguna vez se preguntaron en las consecuencias de sus reflexiones en torno a Dios. Eso a lo que llaman teología es un intento de redirigir la duda y la curiosidad de nosotros los mortales. Sin embargo, en una que otra ocasión se asoma un tiro desde la culata de la teología. porque, una ves que se inserta el germen de la duda, resulta difícil mantenerlo bajo control. Desde un Epicuro sarcastico a un Kant impositivo, pasando por un Nietzsche que patea los fundamentos de la moralidad a un Freud que nos presenta una libido sin cualidad... y a otros tantos autores contemporaneos y antaños es que debemos la materia prima para seguir reflexionando el ser, en la medida que tengamos la valentía de asumirlo con el paquete de la falta, de otra manera nos se podria mantener esta labor. Es condición, motor indispensable. Que sosa sería la vida, definitivamente, si no existiera alguna inquietud, necesidad, curiosidad o ingenuidad. Creo que las primeras tres mencione un pequeño esbozo de su importancia en parrafos anteriores, quisiera dedicar un momento a la ingenuidad.

La ingenuidad, coloquialmente confundido con la pendejez y frecuentemente asociado al idealismo, creo yo, deberia ser condición para todo aquel dispuesto o enfrentarse consigo mismo por el premio de la congruencia. Se requiere la ingenuidad, o una dosis de esta para no caer en la fosa del pesimismo y la corrupción. Me hace pensar en como los ejercicios de honestidad muy frecuentemente se ven empañados por la conotación negativa de esta cualidad (tomo la connotación coloquial de este enunciado). Es pues comúnmente pensado que la ingenuidad da pie al abuso del otro, se pudiera pensar que el solo nombramiento del termino da un aire de vulnerabilidad. Siguiendo esta logica, en el contexto social mexicano, es un genio aquel que logra sacar un plusvalor al semejante, lo hace superior, capaz, competente, sobresaliente, ¿individuo?... e ingenuo seria aquel plebeyo simple, que confía y se entrega a la construcción de su propio destino. Tal vez, algun día Don ingenuo al momento que salga a la jungla urbana moderna se dara cuenta de los obstaculos que le deparan, sin embargo esta transición no tendría que culminar en el camino de la corrupción, mas bien el de una ingenuidad responsable, asumida y en construcción eterna. Toma de ejemplo al maestro David Flores, que si bien no me queda claro el como lo logro, al momento de entrar en contacto con su obra (siendo mi primer acercamiento con el) lo que resulta fascinante es que parece que pudo conseguir ese equilibrio (que aveces fluctua) entre estas dos posiciones. No me resulta extraña lo prolifica que es su obra, pues es precisamente esta lo que le posibilita continuar (deje usted escribiendo o enseñando... yo diría viviendo).

Recuerdo que alguna vez me encontraba vagando en las cercanias de la escalera de las aulas de la facultad. cuando me encontre al maestro y decidí conversar con el (Menciono el decidí porque definitivamente la agriedad de algunas de los enunciados que salen de su boca usualmente perduran mas alla de la memoria de trabajo, cosa que en si plantea algunas resistencias). En el momento que mi ingenuidad se pone en tensión con sus dosis acidas de realidad que el plantea, logra asomarse un esboso de cuestionamiento (¿Será realmente así?) teñido levemente de decepción. Cuando me despido el se rie y al momento de preguntarle el porque... menciona: “En mis adentros gritaba un ¡huye!". No me imagino la batalla que ha de vivir él cada vez que escribe un libro, tal vez es eso lo que impide que se consuma a si mismo, como cual planta nuclear que tiene que estar trabajando permanentemente, si se paraliza... se desmorona. La ética es entonces, desde mi construcción personal, el cuestionamiento permanente o la batalla incesante que cada quien logra a lo largo de las experiencias vividas (que en ocasiones, son escogidas... uno no logra vivir sin involucrarse con la causa del otro... frecuentemente decidimos por un sinfín de factores el hacerlo o no). Me disculpo de antemano por la ambiguedad que pudiera representar lo anterior, pero es eso lo que nos convierte en sujetos... la posibilidad de la particularidad, (Como menciono Fernando Gonzales alguna vez..¡Que alguien la rescate por favor!) una particularidad sin cualidad moral.

Recuerdo a Zavater cuando nos dice que sus libros no estan pensados como un manual didáctico hacia la etica, es por eso que me cuesta trabajo el plantear una reflexion con citas y demás.
La construcción que he llevado a cabo a lo largo de que la curiosidad se instauro en mi. No me enorgullesco de mi proceder etico, precisamente porque creo que esta desprovisto de moral... no es algo que pudiera presumirse o mucho menos restregarse a los demas, me causa gracia la enseñanza de la etica desde el modelo de competencias por eso mismo, resulta en una ironía bastante mal formulada. La etica mas alla de ser el camino a la felicidad, resulta un camino hacia el vivir... con el sufrimiento que este podría involucrar. Aveces la ética, para algunos... es tomada como una agresión, por incoherente que suene.

En septimo semestre de la licenciatura fue cuando mi ingenuidad fue puesta a prueba en mis propedeuticos, esto cuando mi supervisora me ordeno el revisar una bateria de pruebas con un protocolo erroneo (C.A.T con el protocolo F.A.T), yo intente explicarle las diferencias entre ambas pruebas sin embargo en titulo de su bata y posición de poder decidio ignorarme, y yo decidi resistirme a esa complicidad, lo que culmino, dos semanas despues en mi baja repentina del centro propedeutico. Ciertamente me encontraba en una clara desventaja como mencione hace dos años en un articulo de “la voz”, el estudiante se ubica en la institución como un articulo deshechable y la etica que tanto se enseña en las aulas choca con los entramados sociales importantes, donde la calidad se mide con numeros y ganancias. En palabras de la coordinadora del area, la institución es mas importante que el estudiante, pero olvido que como dice Winicott, el alumno hace al maestro y viceversa, así también nosotros configuramos a las instituciones, incluyendo a la Universidad.

Fue una etapa complicada, la mas complicada creo en mi etapa academica... algunos me reprocharon mi actuar, otros me felicitaron... mencionaban que era algo loable lo que había hecho, sin embargo nada pudo en ese momento calmar esa incognita que solo yo podia descifrar. Defendí esa postura por mis principios eticos y sin embargo no habia visualizado por completo las consecuencias de ello. Por fortuna los juegos de poder de mi coordinadora tuvieron un final conveniente porque decidio no reprobarme, sin embargo ese evento determino muchas cosas dentro de mi practica propedeutica. Como lo mencione anteriormente, esta decisión me llevo a vivir toda una seria de experiencias que solo hubieran sido posibles sobrellevar en estas condiciones, la de por un instante ser aliada de esa ingenuidad en mi, junto a eso que me convoco ese paciente. No solo ese sufrimiento con el cual acudia a la institución, si no eso que el aparato psiquiatrico y psicologico le estaba causando. El que a un niño de nueve años se le medicara hasta la convulsión con ritalin me provocaba disgusto, pero mas repudio sentía cuando me di cuenta que la psicologa en esa institución se resumía a no cuestionar, si no a confirmar el diagnostico (por medio de sesgos) de un psiquiatra que ni siquiera considero al niño como un individuo, si no como un depositario de farmacos. Me sigo preguntando hasta la fecha si reacición fue precipitada, aun si asi hubiera sido, era algo que me rebazaba, que no podia ignorar. Es por eso que la etica no es un elemento del reino de los meritos, es un posicionamiento ante la vida y la muerte... siempre y cuando estemos dispuestos a involucrarnos con ambas.

De entrada me disculpo, porque no puedo ignorar estos meses en los que se reformularon tantas preguntas y se crearon otras tantas incognitas. Tengo que decir que este espacio me otroga un nuevo aire a ese espiritu de duda que habia quedado suspendido y que justo acaba de resurgir. Agradesco pues, la oportunidad que la escritura me ha habilitado, de poder cuestionar los paradigmas que no nos detenemos algunos para cuestionar y construir a partir de ahi. Como lo habia escrito, las concepciones que se han hecho de la etica son condición para formulaciones posteriores de esta. Tomo de Kant su primer esbozo del sujeto como individuo, la humanidad en la posición de Lévinas, con el reconocimiento del otro en una vulnerabilidad mutua (sin caer en una relación de poder e identidad o en un discurso piadoso-religioso) la calidez de Zavater y la critica al utilitarismo de Flores... entre muchas otras. La construcción formal de la etica es pues de caracter infinito, pero que no podria someterse al reino del Derecho o la lucha contra el mal, como dice Alan Badiou en su ensayo sobre la conciencia del mal.

Tomando de Badiou la siguiente, simpatizo mucho con el cuando menciona que la etica se estructura desde tres vertientes, la del discernimiento, la de la valentia y la de la reserva.Y hablando desde esta posición, se requiere de algo mas que una licenciatura para practicar el ultimo imperativo, a pesar de la formación que se ha llevado... lo que demuestra que ni la templanza ni la etica se podran enseñar, mas bien se tendrian que contruir autonomamente.

Para mi culminar tomo una frase de Voltaire que me parece pertinente “Aquel que este dispuesto a sacrificar su libertad por la seguridad, no se merece ninguna de las dos”.

domingo, 8 de mayo de 2011

Las hermanas: vida y muerte

El visualizar la muerte resulta complicado, visualizarla desde un cerrar de ojos, un sin tiempo, invisibilidad, un respiro agitado con la mirada intranquila mirando a su alrededor, buscando... un espíritu de aire, algo que pueda apaciguar la angustia que oprime el pecho y que limita el movimiento, la libertad, la visión que se torna nubosa, la cabeza comienza a palpitar, la desesperación y los anhelos, la frustración y entonces... el ultimo orgasmo. Las extremidades pasan de la violenta inapacible hasta la partida de la energía desde las extremidades... despacio, lentamente se empieza a desaparecer, a dejar de ser... Y al final, de unos suspiros forzados de una garganta seca, solo flota en el aire el ultimo remanente de aquello que fue.

Pareciera que la única manera de dar cuenta de la muerte es a través de las percepciones de vida. ¿Será acaso la muerte aquello que el hombre se encuentre inhabilitado de concebir? Las descripciones y las pasiones que se han escuchado de ella siempre se encuentran ligadas intrínsecamente a la vida, no es gratuito que al orgasmo le hayan llamado la petite mort, caminando lado a lado con una carga de polémica y pasiones con la muerte.

¿Que paso con la muerte, algo inherente a la condición del ser, que se torno en algo que atrae las miradas y las suspicacias? Se le manchó con un tinte de moralidad, se convirtió en el instrumento de demonios, consecuencia de pestes, causa de sufrimiento... ¿Porque persiste a través de los tiempos este antagonismo que se vive entre estas dos? Esto, cuando ambas son hermanas.

Despiertas, desayunas, vas a trabajar, terminas, regresas y duermes. Despiertas, desayunas, vas a trabajar, terminas, regresas y duermes. Despiertas, desayunas, vas a trabajar, terminas, regresas y duermes. ¡Viva la libertad, esa que ni en las mas locas fiestas se puede asomar!

Y este sentido doy, la vida y la muerte como hermanas donde se puede asomar la dialéctica entre estas. Se puede vivir tanto en muerte como morir en vida.

Dialogos de altanoche en el mar de malta.

Un amigo muy querido una vez mencionó  “la escritura es un deporte, practícalo” y aquí me encuentro, respondiendo a ese llamado que arde, que invoca y me acongoja… precisamente porque no es un llamado de fuera, sino porque es una llamada que viene de mis adentros y que lleva tiempo de estar contenido, amordazado… por nimiedades como ataduras de la realidad, como el tiempo, el trabajo,  entre otras cosas como lo “importante” dirían algunos, pero bueno… ¿cuando es que dejamos de escucharnos a nosotros mismos para atender a la supervivencia?…¿no es el hacer a un lado esto lo que nos convirtió en criaturas “civilizadas”? el atender trivialidades, sin sentidos, lo realmente liberador como es el arte, la música, la literatura… en fin, aquello que retiene eso que nos difiere de los animales, los elixires de las pasiones que nos llenan y extasían de sus fulgores e irradian de esas sensaciones abstractas, indescriptibles, intangibles; siendo esta, la cualidad principal que estas poseen para intoxicarnos de las más sublimes caricias, esas que ningún suspiro en el oído nos pudieran robar.
Aquí estoy, presa de ese deseo, de esa locura e indefensión que es el tomar la pluma que posee mis adentros como bestia enjaulada que seduce a su vez,  con su belleza e imperfección, salvaje y sin control.  Me detengo, algo me dice, me cuestiona que es lo que estoy haciendo… me interroga motivos, razones, utilidades, valor, ventajas… ¿Por qué lo haces? ¿Por qué te entregas a este sentimiento tan desgarrador, que te hace sentir esta soledad que solo la tinta y el papel pueden consolar?  Lamentos al fin, siendo estos vestigios de una humanidad latente en mí que desfallece por emerger en esta desolada y lógica existencia de lo esperado, predecible y delineado como cual instructivo. Como si… esta se fusionara en un paradigma de la simulación e hipocresía sin fin, funcionando en y con la paradoja, pero en una paradoja muerta, porque esto no da miras a cuestionamientos, o tan si quiera un aliento de inquietud acerca de qué fin tiene la vida misma,  hacia donde va, o nos arrastra (si es que tenemos con un poco de suerte voluntad en todo este juego).
Más allá de las balas, de la sangre, y los cuerpos descompuestos, de las vidas mutiladas, esperanzas truncas y sueños fallidos;   más que un anhelo, un deseo o una mirada de compasión, lo único que tenemos es el vacío y la frialdad, lógica desmesurada y mecanizada, como cuales carriles de ferrocarril dirigidos a un precipicio, donde ni siquiera hay pauta de mirar alrededor a contemplar el paisaje antes del fatídico final. Si… hablo desde la muerte, con lo incognoscible que esto pueda implicar, y a pesar de que esta mano se alza valiente en un afán de entrega, se encuentra fría, atrofiada… tímida porque hasta hoy le han soltado el primer eslabón que la aprisiona.  Te saludo afectuosamente Señor sin-sentido, porque es a ti a quien debo el aliento de cada mañana y este maldito hipo incontrolable que me hace padecer la espontaneidad de la vida y seguir adelante, hasta que me embriague la soledad de la razón.

Seguiremos dialogando… en la medida que la cotidianidad me fastidie.